Me llamo Ariadna Mignogna Valls y lo que vas a leer a continuación es la puerta de entrada hacia mí, para conocer un poco mi trayectoria y desde qué lugar enfoco mi trabajo.
Hace años (en el 2011) me diplomé en Psicología y poco después hice un máster en Psicología Humanista.
En ese momento empezaba mi camino alineado con el sentir que tuve desde pequeña, hacer de este mundo un lugar más feliz haciendo que la gente se sintiera bien.
Recuerdo poner mucha atención desde bien pequeña a los estados de ánimo de las personas.
Cuando acabé la carrera y gracias a la visión más holística que tiene la psicología dentro de la psicología humanista, sentí la necesidad de descubrir otras maneras de trabajar con la persona y después de haber surfeado por muchas otras terapias y filosofías encontré el yoga y acto seguido el masaje.
Para mí, el masaje fue la luz que dio sentido a todo mi camino y que todavía me emociona al escribir estas palabras. Descubrir cómo a través del tacto cariñoso y consciente y desde una actitud de presencia y sostén puede el cuerpo llegar a transformar, sanar dolores físicos y emocionales trabajando fuera de un plano mental.
Gracias a esta luz que me dio la conexión con el cuerpo re-conecté de nuevo con la psicología integrándola en cada una de mis sesiones.
En el día de hoy y gracias a todas las herramientas por las cuales he transitado, mis viajes y mis experiencias vividas trabajo junto a la persona desde una manera integral, acompañando en cada sesión sea de masaje, sea de psicología o de yoga a que la persona encuentre ese lugar dentro de sí mism@ para poder abrirse, sentir, soltar y reajustar todo lo que le ayude a evolucionar y a sentirse mejor.